Un periodista pamplonés produce una revolución inesperada pero necesaria en el mundo hemingwayano. Lo hace desde la óptica de la gastronomía, la enología, el turismo y porque no desde el concepto del epicureismo hemingwayano.
Así es, Javier Muñoz dio a conocer su libro-guía “Comer con Hemingway”. El periodista logra unir tres vectores como son la gastronomía, el turismo y desde luego los pasos y huellas de Hemingway en esta España que el escritor confesó que amaba. Cuestión esta última que siempre destaco pues es una pauta cultural importante en este hombre que es un “ciudadano del mundo”. Por ello las “huellas” de “El viejo” son seguidas en Navarra, Euskadi, La Rioja, Aragón y País vascofrancés.
Muñoz no lo hace solo, se vale del conocimiento, experiencia y colaboración de 52 cocineros y cocineras, que pertenecen a 44 restaurantes y un dato para los que nos gusta la cocina, entre todos ellos suman 25 estrellas Michelin. En el texto se ofrecen recetas que interpretan la gastronomía de cada zona. Los “chefs” no son egoístas. Brindan 128 fórmulas y el autor ya previó un sitio web www.comerconhemingway.com para las consultas del caso para quienes han adquirido el libro y desean detalles sobre el desarrollo de las recetas. Estas consultas no solo pueden orientarse a la gastronomía, sino también a los lugares y en especial al hombre que motiva tamaño esfuerzo del periodista pamplonés: Ernest Hemingway a quien, además, le sorprendería encontrarse con una buena cantidad de fotos inéditas para la mayoría de sus seguidores. Hay que recordar que si la historia es correcta, el primer contacto del escritor con España, en ese entonces casado con Hadley Richardson su primera esposa, visita con ella Pamplona. Es la primera marca a mi juicio de la “hispanidad” que sentirá Hemingway hasta el fin de sus días. Por otro lado el Nóbel 1954 de Literatura hoy sigue uniendo gente y territorios. En este caso se unen cinco territorios con lugares recorridos por el motivador de este texto.
El libro-guía es trilingüe, castellano, inglés y francés y se presentó en coincidencia con los noventa años de la aparición de “The sun also rise” obra conocida en su traducción como “Fiesta”.
Hay dos detalles que quiero destacar: Primero la tarea desplegada por Javier Muñoz para el logro de una obra de esta envergadura y naturaleza. No conozco tanto, pero no ubico un libro similar que en el cual converjan aspectos hemingwayanos, algunos destacados y otros desconocidos. Por otra parte favorece en la actualidad la presencia de una gastronomía y una enología cuidadas y elaboradas conservando tradiciones e innovando con la modernidad en cada terruño. Es un lujo cultural que el lector del libro se verá tentado a recrear en el lugar mismo que se cita. Es una invitación al viaje.
Lo segundo es que me reservo aspectos de este tema en general para preguntarle a Javier Muñoz mis curiosidades que son varias. De paso el ya me autorizó. De manera que le estaré enviando mis interrogantes a este joven periodista que debe haber dejado boquiabierto a más de un seguidor de Hemingway en un momento donde y sin recurrir a citas políticas específicas, la figura de Hemingway tiene un resurgir yo diría, metaliterario.
Mientras tanto, el texto del pamplonés marca una bisagra en las obras acerca de Hemingway y su mensaje es diferente pues destaca el Hemingway humano y afectuoso del cual, diría por saberlo hace más de medio siglo, casi nunca se habla.
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Siempre te leo. Nadie pudo describir tan profundamente esa obsesión por el mar como lo hiciste en ‘Evocación a Vito Dumas’. Un saludo grande.