Se realizará en Cuba el XIX Coloquio Internacional Ernest Hemingway

Noticias provenientes de la República de Cuba, expresan que entre el 3 y el 5 de mayo del año en curso se realizará el XIX Coloquio Internacional Ernest Hemingway. El acontecimiento académico sobre el escritor se desarrollará en el contexto del Primer Congreso Internacional de Patrimonio Cultural que se realizará en el edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes. Esto dará ocasión al intercambio de información con investigadores y especialistas afines al Museo y mostrar a la vez los más recientes trabajos sobre la vida y obra de Hemingway.

Por otro lado, y también como parte del programa del coloquio, se conmemorará el 70 aniversario del Premio Pulitzer y el 70 aniversario de la publicación de “El viejo y el mar” en la revista cubana “Bohemia”.

Se aguarda la participación de delegados nacionales e internacionales, así como la presencia de ministros de cultura de diferentes países. Participarán asimismo ministros del llamado Grupo de los 77 que hoy reúne a más de 130 países. También se halla invitada la República Popular China.

La reunión académica sobre Ernest Hemingway se verá enriquecida en el contexto del congreso sobre patrimonio cultural considerando sin duda la casa museo en Finca Vigía.

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HEMINGWAY: “UN AMERICANO EN MADRID”.

El mes pasado comentamos en este sitio el excelente programa propuesto por el Ayuntamiento de Madrid para recordar los cien años de Hemingway en España.

Se propone un paseo que recuerda y ubica lugares por los que Hemingway estuvo, pasó, frecuentó y dejó marcas. Las marcas significaron textos en sus libros.

El hizo suyo Madrid de tal manera que excluyó otros sitios. No es porque sí. Para el representó imágenes, ideas y hasta utopías. Fue suyo porque lo hizo suyo a partir de sus vivencias y sus palabras.

El título da para algo más que un paseo: “Hemingway; Un americano en Madrid”. Título magnífico para el hecho y la ocasión. Hay que decirlo sin rehuir los adjetivos.

Ahora en el mes del Libro la revista digital madrileña eme21 pondera este hecho singular con una nota sobre el escritor homenajeado escrita por la periodista Valentina Salazar e ilustrada por David Salmerón. Para los nostálgicos de ese Madrid heminguayano es imperdible el “mapa” del paseo diseñado por Daniel Diosdado. Hay otros títulos por supuesto en esta valiosa publicación a la que se puede acceder directamente  www.eme21magazine.

Cabe recordar que el Día del Libro se celebra el 23 de abril y toda España y el mundo lo hace a través de distintas propuestas. Esta efeméride nacida allá lejos en Barcelona fue confirmada como tal en forma más reciente por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura(UNESCO) ante la petición de la Unión Internacional de Editores(UTE). Por ello cada 23 de abril se conmemora el “Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor”.

Sin ninguna duda Hemingway se sentiría muy feliz con este recuerdo de su nombre y su obra. ¡No es para menos, tras cien años transcurridos! Entonces es posible la pregunta: ¿Por quién doblan las campanas?, ante la cual esta España memoriosa puede responder: Están doblando por ti, Ernest.

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LAS JORNADAS HEMINGWAY Y EL MAR

Como lo informara anteriormente se realizarán las Jornadas “Hemingway y el mar” en Conil de la Frontera, en la Provincia de Cádiz, España. A continuación, el afiche que lo anuncia y el programa a desarrollar entre el venidero 19 de abril y el 23, que se festeja el Día del Libro.

cartel definitivo

 


19/4
11:00-12:00 Inauguración oficial: Juan Bermúdez, alcalde del Ayto. de Conil de la Frontera.  Emma Marwood, cónsul de diplomacia pública de la Embajada de EEUU en España. 12:00 Ponencia inaugural: “Aproximación filosófica a la narrativa de Ernest Hemingway” por José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).

13:00-14:00 Ponencia internacional: “Soñando del mar. El viaje de Ernest Hemingway hacia Cabo Blanco” por Wolfang Stock, Münich (Alemania), escritor y fundador de “hemingwayswelt.de”

17:30-18:30 Bloque I “Andalucía en la vida y obra de Hemingway” Presenta: Anabel Moreno, concejal de Cultura del Ayto. de Conil de la Frontera Faustino Peralta, cronista oficial de Ronda (Málaga) y estudioso de Hemingway en Ronda yMálaga.

19:30-21:00 Mesa temática “Grandes temas de la narrativa en Hemingway: la guerra” Luisa Juárez Hervás, profesora titular de Literatura Norteamericana en Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) Esperanza Cerdá, profesora titular de Literatura Norteamericana de la Universidad de Alcalá (Madrid)

 


20/4
10:30-11:30 Conferencia “Vida y obra de Hemingway y su relación con Pamplona” Miguel Izu, escritor y jurista, estudioso de Hemingway y Navarra.

11:30-12:00 Mesa Técnica “Andalucía en la vida y obra de Hemingway II: ¿es posible una ruta turístico y cultural?” Participantes: técnicos y representantes políticos de municipios de Andalucía con relación con la vida y obra de Hemingway. Modera: David Tamayo, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Conil de la Fra.

17.00- 18.00. Ponencia: “Hemingway y el cine: las adaptaciones de sus novelas” por Patricia Fra-López

18.30-20.30. Charla-proyección: “La guerra en las novelas de Hemingway: la guerra de España” por Marcos Todeschini con la proyección del documental “Tierra de España”.

20.30-22.00. Visita a La Chanca (museo de La Almadraba y la mar) y visita al Restaurante El Pasaje.

 


21/04
10:00-11:00 Actividad para centros educativos. Presentación del libro para jóvenes (mayores de 12 años): “Hemingway y el mar” por Luis José Cañas, autor e historiador.

12:00-13:30 Mesa redonda Mesa redonda: Entender la época de Ernest Hemingway: la generación perdida y el modernismo literario norteamericano. «Ernest Hemingway: la generación perdida y el modernismo literario norteamericano». Por Laura Gimeno, profesora de literatura norteamericana de la Universidad Autónoma de Barcelona.

18:00-19:00 Conferencia. Aproximación al tema del mar en la literatura de Ernest Hemingway por Nicholas Spengler, departamento de Filología Inglesa y de Germanística de la Universidad Autónoma de Barcelona.

19:00-20:00 Presentación del libro “Hemingway y el mar” por Luis José Cañas, edición didáctica para escolares.

 


22/04
11:00-12:30 Mesa redonda clausura de las jornadas “Hemingway desde la perspectiva del siglo XXI” por José Manuel Barrio Marco, profesor titular de literatura norteamericana (Universidad de Valladolid)

12:30-13:00 Clausura de las jornadas por Joaquín Recio, coordinador, y Juan Bermúdez, alcalde de Conil de la Frontera.


23/04
DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

11.30-13:00 Cuentacuentos y actividades basados en temas marinos y literarios de Ernest Hemingway por La Bohemia Creativa.

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HEMINGWAY EN ESPAÑA: ¡HACE 100 AÑOS!

1923. Hemingway se halla en París. Su protectora y asesora literaria Gertrude Stein le sugiere visitar España y conocer la tauromaquia. A Hemingway le gusta la idea. No es solo Stein quien le habla de España. Otra mujer le habló de la “península”. También lo hizo de lugares y de autores. Esta mujer parece ser dejada de lado como figura clave que fue para el joven escritor. Ella fue la “proveedora” de libros y enseñanzas sobre literatura clásica y contemporánea para su época. Tan contemporánea y brillante fue ella que se la conoce como la primera editora del “Ulysses” de Joyce. Se trata de Sylvia Beach. Esa librera fue la fundadora de “Shakespeare and Co.” todavía existente (aunque con otra dirección) y considerada en la actualidad como la librería más famosa del mundo. Beach, que con el tiempo fue una gran amiga del escritor, le brindaba las obras de los autores extranjeros traducidos. Así aparecieron los rusos, los franceses y también los españoles. Hemingway llega a España sabiendo de que se trata este lugar, base de culturas, tradiciones e historias y a la vez cuna de todo ello por siglos.

El Hemingway que llega a España no llega con las manos vacías. El ya está en lo suyo. El periodista ha adquirido patente de escritor con la aparición en poco tiempo de dos volúmenes: “Tres relatos y 10 poemas” (“Three stories and ten poems”) y “En nuestro tiempo” (“in our time”, versión París, ¡así en minúscula!).

Carga equipaje, incluida su Corona 3, obsequio de Hadley. También carga una mochila que llevará de por vida: La guerra y la presencia de la muerte. La mirada de la guerra es la mirada de la muerte. Con ella no se coquetea. Con ella se convive. La percepción de lo nauseabundo de la guerra no son solo sus fétidos olores sino la crueldad del ser humano para con sus semejantes. Hemingway, muy tempranamente, asistió a esa clase que le dio la vida y una vez recibida esta lección ella siempre aparece como un sello que no se borra jamás. En un día de guerra, como en un día de cárcel, el espíritu envejece sin comparación alguna.

El Hemingway que llega a Madrid vía París ya había estado en una contienda, siendo prácticamente para la época un niño, casi ni siquiera un joven. El había estado por allí cerca teniendo en cuenta las distancias europeas: Italia fue la primera en mostrarle uno de los rostros más siniestros del ser humano. También allí conoció el amor. Años después hablaría de alguna manera de el a través de un título: “Adiós a las armas”.

Se hizo héroe y fue admirado, pero jamás pudo olvidar la miseria que vio, vivió y lo marcó. Esto pasó, pasa y seguirá pasando para todos y cada uno de los habitantes de este planeta a quienes les tocó esa vivencia.

Había algunas herramientas que el joven conductor de ambulancias empezó a usar. Una de ellas fue la escritura y también la lectura. También apareció muy temprano el alcohol al que nunca pudo abandonar. Este vicio, ardorosamente criticado por vaya saber cuántos virtuosos y otros que no lo son tanto, lo lesionó sensiblemente en lo que hoy se podría calificar como “calidad de vida”. No es el único artista a quien le sucedió esto. Tampoco el único ser humano. Pero de que otra manera se iba a hablar de este hombre excepcional sino fuera hablando de su bolsa llena de controversias humanas frente a lo que brindó: Grandes textos escritos con un estilo particular, con secretos de la escritura y con un apego a la cultura tan ponderables como para estar en la historia universal de la literatura.

Este hombre que se llama Ernest Miller Hemingway llegó a España hace ya 100 años. Hoy en 2023, ciudades españolas recuerdan al escritor y cada una hace lo suyo.

El Ayuntamiento de Madrid propone un paseo. Un paseo que recuerda lugares por los que Hemingway estuvo, pasó, frecuentó y dejó marcas.  Varias de ellas en sus libros, en sus textos. Hoy se visitan lugares que fueron para el escritor casi un hogar, casi un refugio. Quizás, se podrá decir, como lo más importante es que todo Madrid lo fue. Fue suyo porque lo hizo suyo a partir de sus vivencias.

El ayuntamiento madrileño no escatimó hacer soñar con el nombre del paseo: ¡“Un americano en Madrid”! Suena a Hollywood, suena a música, recuerda libros. El nombre no solo atrae. Vincula y desafía.

Distintos lugares aguardan un saludo. Y quizás en algunos, ¡Una copa! Pero sin exagerar. Un Papa Doble en Chicote, un Martini en el Palace…en fin. Y porque no un cochinillo en Botín, bocado supremo, que no puede estar solo, aislado y debe ser acompañado según tradición literaria por un Rioja Alta.

Ojalá los participantes puedan “sentir” el paseo. A veces un hombre, un ser humano marca rutas por las que transitó en momentos fáciles o difíciles. Para él, para el mundo. Pero ello también le mostró, le enseñó a ser y la escritura fue su expresión. Ojalá, insisto, este sea el comienzo de un reencuentro o tan solo un primer conocimiento de Hemingway.

Es interesante saber que este “paseo madrileño” ya se dio con otros “clásicos” de las letras, pero solo de habla hispana. La propuesta es ahora de un “americano” enamorado de Madrid.

Es más, una joven estudiante envió su tesis al Area de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento con el proyecto nada más ni nada menos que “el Madrid de Hemingway” y su aporte académico ha inspirado un circuito hemingwayano. Este circuito que será registrado en un mapa será publicado en el mes de abril, el mes de las letras.

Bienvenida Madrid con este proyecto. Sin ninguna duda la figura de “El Viejo” acompañará a los organizadores de esta feliz iniciativa que aportará a los visitantes una cuota de conocimiento y detalle a la historia, ya de por si rica, de la ciudad capital de España.

Mientras tanto, Pamplona es sinónimo cultural tradicional de los Sanfermines, pues quien dice uno dice lo otro. Es allí donde “El Viejo” se encontró con un infierno en las calles que lo conquistó para siempre.

El gran encierro de San Fermín, es un encierro a cielo abierto. Hay piso, hay calles, pero no hay un techo no hay un tope, como no lo tiene el ruedo. El único tope es el cielo que sin duda ilumina al diestro en la lidia y a los corredores en su carrera. Mientras tanto solo los hábiles y ágiles se animan a desafiar esos afilados cuernos que corren por una callejuela que, como la vida a veces, tiene un solo destino.

El fenómeno San Fermín es un tema cultural de trascendencia. Hay dos libros excelentes, de títulos parecidos, para conocer sobre esta cuestión que desde distintas perspectivas tiene filones de estudio de gran riqueza. Uno de esos libros fue comentado en este blog (1).

Pero esta vez Pamplona se viste de teatro dramático. No hay ruidos ni corridas. Solo hay voces que dicen. Las voces encarnan la presentación de “Hemingway” de la dramaturga peruana Maritza Nuñez. Obra dirigida por el director pamplonés Patxi Larrea trata temas severos en la vida del escritor como son las relaciones familiares, los conflictos, los traumas de la guerra. Todas cuestiones relacionads a su salud mental. No es fácil el abordaje de estos temas que, en realidad, afectan a muchísimos seres humanos en el mundo.

El escritor está protagonizado por el actor Julio Alonso que se ha preparado para este jaleo y que considera su parecido con Hemingway como algo anecdótico. Sin embargo y visto solo las fotos, como es mi caso, parece uno más del concurso de “parecidos” que todos los años se realiza en Key West. Hasta su sonrisa tiene un toque heminguayano que conforma su “postura” actoral.

No he visto la obra y por lo tanto no puedo hablar de ella. Impresiona que no se habla de literatura y que se puntualiza el drama de la salud mental del escritor en distintas facetas. Espero verla algún día.

A propósito, y dada la nacionalidad peruana de la autora dos curiosidades-coincidencias con su patria y con Hemingway. Un compatriota suyo publicó en 2019 el volumen titulado “Hemingway desconocido. Cuatro crónicas secretas sobre el escritor en el Perú y en el mundo” (2). Al año siguiente en agosto de 2020 aparece otra vez el escritor y su relación con Perú en un libro exhaustivo de Wolfang Stock en Alemania titulado “Cabo Blanco: mit Ernest Hemingway in Perú” (3).

No dejo Pamplona sin decir que en mi historia personal me acerca la anécdota del joven pamplonés que vivió en mí ciudad y conoció a mí abuelo. Ese joven pergeñó en su momento una “albóndiga gigante” dedicada a Hemingway. Lo relato en un texto con afecto y respeto (4).

En este escenario enmarcado por el recuerdo aparece Conil de la Frontera en Cádiz. Este municipio se hace presente con una relevante propuesta académica. Se trata del encuentro “Hemingway y el mar” entre el 19 y el 23 de abril del año en curso que se realizará en esta ciudad de la Provincia de Cádiz. Participarán diez académicos de nueve universidades, así como especialistas en la vida y obra del escritor. Se presentará un libro de divulgación sobre Hemingway escrito por Luis José Rodríguez y en la sesión inaugural estará presente la embajada de Estados Unidos de Norteamérica en España. El Coordinador de este encuentro es el escritor José Recio.

Han existido arduas y excelentes gestiones del Alcalde Juan Manuel Bermúdez Escámez con sus pares de Ronda, de Pamplona y otras autoridades por hacer de este encuentro académico un hito en la historia de la relación entre Hemingway y España. El escritor visitó este país dos años antes de su muerte y conoció Conil de la Frontera quedando encantado con la ciudad. Este hecho, una vez más, el escritor lo deja por escrito en una carta a su hijo Patrick. Todavía allí se halla un testigo de ese “paso” de Hemingway por tierra ibérica. Se trata del restaurante “El Pasaje” en Conil con más de noventa años de trayectoria. Por allí el Nobel 1954 dejó su sello. Estuvo en un lugar que el recuerdo lo conserva.

Cadiz, hay que puntualizar tiene otra cita académica de magnitud previamente en el mes de marzo con el desarrollo en su capital del Congreso de la Lengua. Por lo tanto, el foco académico en el mes del Libro tendrá como activos protagonistas a los anfitriones gaditanos.

Antes estas manifestaciones culturales y académicas en recuerdo de este escritor quiero cerrar esta nota focalizando dos aspectos que me son sensibles.

Primero la hispanidad en Ernest Hemingway. Este hombre fue un ciudadano del mundo. Nacido en Estados Unidos de Norteamérica, asentado en Paris, citadino en Cuba.

Fue también un ciudadano de la cultura de España. No solo se halla en su vida la figura del incomparable maestro Pío Baroja, hombre de las letras, los estilos y la cultura española. En Hemingway se halla el germen de todo lo que absorbió de España empezando a conocer, comprender y entender la lengua de Cervantes. Hay que recordar que era un lector ávido, intrépido y analítico. Nunca le faltaron libros. Leyó cuanto el tiempo disponible se lo permitió. Siempre decía que se hallaba bien “provisto” de libros, según su propia expresión. Con todas sus mudanzas, pérdidas, extravíos y demás percances, en Finca Vigía en Cuba quedaron más de ocho mil volúmenes en su biblioteca. Hoy se conoce de la librería de Sylvia Beach, las “fichas” de lo que leía. España fue como su segunda patria, si es posible que haya dos.

Una curiosidad: Hay estatuas de Hemingway en España y en Cuba. Pero hay un solo monumento que rescata a una obra que diría única para la historia de la letras: “El viejo y el mar” que se halla en Canarias, allá donde nació Gregorio Fuentes, quien fue un modelo para Santiago. Una verdadera oda en metal (5).

Algo más. Un detalle pasado por alto en la hispanidad heminguayana. Hemingway vivió en París rodeado de artistas. En las artes plásticas nacían también grandes movimientos que se mostraba en ese entonces como “lo nuevo”. Desde luego que los artistas franceses predominaban en ese contexto. Sin embargo, Hemingway con su mirada y su concepto eligió un autor español y una obra que fue y es un hito en la historia de la pintura. Fue su amigo el catalán Joan Miró que se llevó la preferencia del escritor. Y fue “La Masía” de este genio la pintura insignia del escritor. Hay un libro inevitable para leer sobre este tema que explica algunas cuestiones que incluso rondan el humor. Véase en este sitio el comentario respectivo (6).

Segundo tema: Siempre pensé en una comunidad heminguayana española o en España. En algún momento y dadas las circunstancias de ser extranjero fui muy cauto con mis interlocutores. Reconozco que lo hablé en Madrid en una charla informal en Botín, en donde, incluso, había jóvenes estudiantes norteamericanos.  En algún momento le tocó a Ronda con un sol despiadado y mi foto en el ruedo solitario. Fue en lo que llamo “mi barrio bohemio de Pedregalejo” en Málaga que también algo expresé. Y también lo hice de casualidad en el Museo Marítimo de Barcelona hablando de navegantes y pescadores. De este ancestral lugar recibo boletines que me informan de sus actividades. Nunca se cerró el tema. Por vivir yo lejos de allí y por ser extranjero fui cuidadoso con los intereses de los ciudadanos españoles. Hoy hay una nueva oportunidad, aunque no me encuentre allí. Conil de la Frontera puede ser el motor motivador de esta comunidad heminguayana. Todo el material y la oportunidad lo convocan. Ojalá se de esta circunstancia y sea el encuentro en Conil una cabeza de playa para esta iniciativa, la convoque quien la convoque. Dentro de España y fuera de ella hay ciudadanos que no solo recuerdan a Hemingway, sino que son sus seguidores y también mentores involuntarios, a veces, de una leyenda que sigue latiendo en la literatura y en la vida cuestiones estas que se interdigitan permanentemente. ¡Vaya si esto es así (7)!

Adhiero plenamente a las conmemoraciones de estas ciudades españolas y lo hago de todo corazón por tradición y afecto.

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Notas.
(1)José María Irribarren fue un hombre polifacético de la cultura española que publicó en 1970 el volumen “Hemingway y los sanfermines”. Así como otras obras suyas fue intensamente leído y marcó un hito en la historia del escritor, de Pamplona y de los sanfermines. Casi medio siglo después un nuevo texto titulado “Hemingway en los sanfermines” (ediciones Eunate) aparece como protagonista del tema. Lo escribe un gran catedrático español, el Profesor Miguel Izu. El autor le da al hecho en estudio una mirada severa sobre el papel del escritor en esta algarabía callejera. Un comentario sobre este importante texto apareció en este blog el 9 de diciembre de 2019.

(2)El libro editado por Debate en Perú trata cuatro temas relacionados con Hemingway. Omar Zevallos su autor es un periodista y escritor de trayectoria en su país y un gran seguidor de los itinerarios del escritor. Véase el comentario en este sitio publicado el 23 de agosto de 2019.

(3)Wolfang Stock es un académico alemán de sólida formación en gestión y a la vez como ciudadano europeo se conduce con solvencia en varios idiomas. Su libro, en soporte digital y papel, todavía no ha sido traducido. Hice una nota sobre el mismo en este blog el 10 de noviembre del mismo año en que se publicó. La nota apareció y Stock inmediatamente tuvo la gentileza de escribirme en español una extensa y muy cordial respuesta. El autor alemán es seguidor desde hace muchos años de Hemingway y tiene un blog sobre el escritor. En su sitio, el académico le “sigue las pisadas” al escritor.

(4)En efecto en ese volumen recupero una historia familiar bajo el título “La historia de la Corona Four” en “El Viejo y la máquina de escribir”-“La historia de la Corona Four” Ediciones Lilium, Buenos Aires, 2022.Epub. Véase en este sitio la nota respectiva publicada el 24 de marzo de 2022.

(5)“Oda en metal a “El viejo y el mar” publicado en este blog el 21 de julio de 2022(aniversario del nacimiento de Hemingway).

(6)Se trata del libro “La Masía: Un Miró para mrs. Hemingway” de Alex Fernández de Castro, editado por la Universidad de Valencia en 2015. El comentario sobre el mismo aparece en este sitio el 31 de marzo de 2016.

(7)Véase Oscar Sosa Gallardo: “Recuerdos de Ernest Hemingway II: Leopoldina y otros textos”. Ediciones Lilium, Buenos Aires, 2022.Epub. En este sitio hay una reseña publicada el 19 de diciembre de 2022.

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“Recuerdos de Ernest Hemingway II: Leopoldina y otros textos”

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Precede a esta nota la imagen de la tapa de un nuevo libro. En efecto acaba de aparecer “Recuerdos de Hemingway II: “Leopoldina” y otros textos” editado por Ediciones Lilium de Buenos Aires, Argentina en versión epub.

En este volumen he incluido diferentes textos algunos de los cuales tienen su origen en “Recuerdos I: Apuntes autobiográficos” publicado en este blog, en tanto otros son inéditos.

Sin duda hereda la idea de Recuerdos I pero introduce textos inéditos como Leopoldina una oda a aquella gran amiga de Hemingway en La Habana llamada Leopoldina Rodríguez.

Le siguen otros con diversos temas y enfoques. Por ejemplo “A través de la bruma y entre los recuerdos” cuyo título parodia “A través del río y entre los arboles” en donde regreso a un tema que me interesa: el tiempo, la memoria y la escritura.

También hay algo muy personal como es la presencia y la ausencia del mar. Hay un análisis referido a un fenómeno que surge en diversas ocasiones de una u otra manera incluso a través de los objetos del mar.

Por supuesto que en este contexto, Hemingway aparece como una “leyenda” que remite al pasado y a mi propio pasado contemporáneo del escritor. Es un pasado re-visitado que tiene más de medio siglo y que, de alguna manera, responde a una pregunta reiterada: ¿Por qué Hemingway? Es una eterna pregunta. ¿Solo para pocos?

Un cuento publicado en este blog, retrotrae a una fantasía sobre Hemingway y nuevamente el tiempo se enfoca allí como un factor casi inesperado e insólito.

Los viejos textos que hoy ven la luz editorial y los objetos símbolos de aquel gran escritor aparecen en escena y concluyen en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Cierro este volumen empleando la expresión de un cubano desconocido “Crónica de una entrevista frustrada” un texto sobre mi proyecto de entrevistar a Hemingway en 1961 y mi viaje a Nueva York.

Se trata de aquella utópica odisea cuando era un joven periodista y armé un proyecto para entrevistar a Ernest Hemingway. El proyecto incluía un viaje a Nueva York en octubre de 1961. Pero el escritor se suicidó en julio de ese año cuando buena parte del proyecto se hallaba en marcha.

Se agregó a esta reseña un párrafo dedicado a los agradecimientos a quienes contribuyeron en ese entonces a ese desafío.

Hay que destacar que en este volumen se halla documentación fotográfica que en gran parte de los casos es inédita y original y que se halló muy a posteriori de la edición de Recuerdos I en 2011.

Por último, como se especifica en el Prólogo, la tapa fue elegida por la Editorial empleando la misma imagen de Hemingway que aparece de fondo en este blog dedicado al escritor y a la vez puntualiza la estrecha relación con Recuerdos I.

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Oda en metal a “El viejo y el mar” en Canarias

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La foto que precede a este texto sorprenderá al lector, aunque alguna referencia heminguayana le dará. Se trata de una obra escultórica espectacular que ahora viste la zona de La Marina en Arrecife, Lanzarote, Canarias. Con una mirada estética plena de dramatismo imbuida desde una obra literaria magistral como es “El viejo y el mar” de Hemingway, se yergue en metal “Pescador con marlín” ante la mirada atónita de quienes tienen la oportunidad de admirarla.

Se trata de una estructura de 7.60 de altura por 8 de diámetro desarrollada en acero inoxidable y acero corten sobre una base de hormigón. Es de estilo impresionista y sus piezas están cortadas, creadas manualmente y soldadas una a una sin moldes. Es una pieza única dice el autor como la amistad que se forjó entre Hemingway y Gregorio Fuentes.

El artista considera a su obra como una “oda a la obra literaria “El viejo y el mar” en la que Ernest Hemingway toma como modelo de su protagonista Santiago, a don Gregorio Fuentes Bentacourt quien naciera a poca distancia de donde ahora se halla la escultura.

Ha sido diseñada y creada por el artista lanzaroteño Jorge Isaac Medina quien se formó desde joven en un taller familiar. Luego lo hizo en Europa y México. Pasaron 20 años y en 2010 regresó a Lanzarote dando inicio a un nuevo ciclo en su vida artística multidisciplinaria.

Para el creador “Pescador con marlín” va más allá de la estructura y … “representa un reconocimiento a las personas valientes que cuando dan con la pieza de su vida no la sueltan, la sostienen y se baten por ella”. Y luego continúa con esta reflexión: “Es una obra inspiradora sobre la lucha interna que cada uno tenemos en la vida para llegar a nuestra propia esencia, a nuestra verdad más profunda.”

A propósito de esta nota muy elegida: Hoy Ernest Miller Hemingway cumpliría 123 años. Y hace no más de 10 días su amigo Gregorio fuentes Bentacourt cumpliría 125.

Permítasenos expresar que la obra de Jorge Isaac Medina nos los trae a ambos desde el inalcanzable universo de la historia y la leyenda, para brindarnos un sueño en metal. ¡Bienvenida!

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PD: Otras imágenes de “Pescador con marlín”

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El 2 de julio número 61

Los números son solo coincidencia. Hace 61 años y tras aquel 2 de julio de 1961 donde todo pareció concluir, la leyenda siguió viva. Como toda leyenda lo hizo con todas sus deformaciones, neo formaciones e híper formaciones, que le dieron diferentes imágenes. En un mundo comercial y de negocios, la leyenda siguió produciendo recursos de uno u otro tipo hasta el día de hoy. Para los interesados en la literatura o en los aspectos literarios, siguen apareciendo comentarios, libros, crónicas y notas y además también aparece algún texto original que no ha dejado de serlo, sino que las circunstancias y las del mercado lo han cosificado. Por algún lugar, por algún resquicio se filtra el aire fresco bajo la forma de un cuento hallado solitario y olvidado en los papeles muy ricos que se hallan en la Biblioteca Kennedy en el sector Ernest Hemingway en Boston. Por qué de Don Ernest se trata. Ya no tanto de “Papa” sino más bien de “El Viejo”. Si, de ese Viejo que todavía merodea por Pamplona, por Madrid, por París y vaya a saber por cuantos lugares más. A veces, la leyenda parece olvidarse, querer desaparecer. Pero a su pesar, solo se difumina y cada tanto en algún texto, en algún lugar, en algún hecho, aparece fortalecida.

Hoy se cumplen 61 años de la muerte de Ernest Miller Hemingway en Ketchum, Idaho, Estados Unidos de Norteamérica.

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“El Viejo y la máquina de escribir” y “La historia de la Corona Four” dedicados a Hemingway.

TAPAsosaEn enero del año en curso publiqué en versión digital el volumen que contiene los textos “El Viejo y la máquina de escribir”. “La historia de la Corona Four”; un viejo perfil biográfico de Ernest Hemingway y una crónica sobre las máquinas de escribir. Los dos primeros textos están dedicados al escritor y el hecho es importante para mí porque con el contenido de este volumen comienzo a dar a conocer la “Tetralogía heminguayana”.

Este conjunto de escritos al que denominé así en Nueva York en 1961 tenía como subtítulo o título general “Ernest Hemingway : Pasión y acción.” Como tal no pasó de ser un proyecto y con los años, muchos y quizás demasiados, rescato textos, apuntes e ideas no solo sobre Ernest Hemingway sino también sobre otras historias y crónicas.

Mi pretensión, en realidad interés personal, es intentar recuperar la mayor cantidad posible y publicarlos. Ese es mi desafío. También es cierto que se halla alterado el orden de la publicación. Los textos que ahora aparecen estaban previstos para más adelante. Pero su estado de avance era tan positivo que prácticamente la revisión estaba terminada y entonces me apresuré y lo envié a la editorial porque de lo contrario seguiría revisando y corrigiendo.

“El Viejo y la máquina de escribir” es uno de los textos de este volumen que surgen de apuntes y aparecen luego de medio siglo de archivo. En este escrito se impone el desafío de escribir textos sobre notas tomadas a veces medio siglo atrás. ¿Quien escribe? Es la pregunta subyacente. ¿Cómo se vuelve a escribir? ¿Se vuelve a escribir o se ha escrito siempre aun cuando el papel no lo registre?  ¿Es posible esto? El sujeto escritor revela la maraña de cuestiones alrededor de estas preguntas. Revela su odisea con los textos, con las palabras, con los fantasmas que habitan estos viejos escritos que pretende rescatar. Es la lucha contra “el demonio de la palabra escrita” La lucha es el rescate de sus textos y en ella no hay derrota. No puede haber derrota.  En ese contexto y mientras se desarrolla esta lucha se escucha que hay una máquina de escribir que teclea en solitario. ¿Es solo imaginación o aparecerá alguna prueba? Mientras tanto y hay que expresarlo, este texto ha surgido de muchos hechos de la realidad concreta del escribir y también del no escribir.

Luego, la misma máquina de escribir aparece en otro contexto. “La historia de la Corona Four” es una crónica basada en relatos orales familiares. Los apuntes también estuvieron archivados y junto a otros textos aparecen ahora para la publicación. El autor se encuentra con una doble herencia. Por un lado, la máquina de escribir y por otro la historia recibida por transmisión oral familiar.

Como tal, el pamplonés José ha existido y es el protagonista de esta historia que tiene limitaciones. Lo que en ella falta se hallaba en la memoria de quienes ya no están.

El relato casi épico rescata la trayectoria de un hombre que ha cursado tres guerras, que ya no tiene familia y posee una máquina de escribir que parece tener su fama por haber sido empleada por el escritor Ernest Hemingway. Es más, este cocinero pamplonés es creador de un plato llamado “La albóndiga Ernest” creado en honor del escritor a quien conoció en Pamplona. La historia de este español termina en Argentina regresando a su patria sin saber después que fue de él, pero la máquina es un testigo de su paso por esas tierras y allí lo aguarda.

Cierran el volumen dos textos. Uno datado en 1963, es un perfil biográfico de Ernest Hemingway , en el que se halla algo de la historia de “El Viejo y la máquina de escribir” y el pensamiento del escritor sobre la lucha del hombre y la inexistencia de la derrota. Esta mirada se halla dedicada a los periodistas, por su destacado rol en la sociedad. La fecha indica que ha sido escrito dos años después de la muerte del escritor. Es un texto juvenil recuperado tal cual fue escrito. Luego de publicado, este perfil del escritor será incorporado en forma permanente a este blog dedicado a Hemingway.

El último texto es de escritura reciente y tiene el trazo de una nota periodística, pero es también un tributo a las máquinas de escribir que tanto hicieron por el trabajo con las palabras. Las máquinas de escribir, mecánicas o eléctricas, cumplieron una trayectoria inigualable en la historia de la humanidad transformándose en una herramienta tecnológica indispensable para todos los seres humanos del planeta Tierra.

El próximo volumen de la tetralogía está muy avanzado. En el medio de este y de él aparecerá otro ya listo, pero no relacionado con el escritor de marras. Es posible que se dé una alternancia en la publicación de los textos, cuestión esta que no se hallaba prevista. De todos modos, lo más importantes es el trabajo que se dedique a estos escritos.

Mi agradecimiento a Lilium Ediciones de Buenos Aires, Argentina, por su trabajo y dedicación en esta edición.

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“A la sombra de Hemingway” novela taurina de Ernesto Manuel Del Bosque Ramos

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España fue un gran amor de Hemingway. La cultura, la literatura, la ‘manera de ser’. Y parte de esa cultura fue la taurina. Si bien pudo hallarla en Las Ventas en Madrid, fueron Los Sanfermines de Pamplona quienes lo marcaron de una manera particular. Allá por 1925 y años posteriores conoció y luego frecuentó esa ciudad y otras de Navarra. Lo haría también con Córdoba, Sevilla, Ronda (¿cuna de la tauromaquia?), Málaga, Valencia, Barcelona e imposible no beber un Tío Pepe allá en Jerez de la Frontera. Esa España de Cervantes, de Lope de Vega, de Azorín, Pío Baroja y otros que le llevaron cada vez más cerca del idioma y por ende de la cultura. Por ello lo taurino no se muestra solo como un deporte nacional sino como una fiesta cultural, quizás desafiante, primitiva para el pensamiento tradicional, pero enraizada en los espíritus de los hombres que la cultivaron y la cultivan. “Muerte en la tarde”, “Un verano peligroso”, “La capital del mundo” y otros son textos que encierran las vivencias de los ruedos, la presencia de las heridas, de la sangre y de la muerte y por sobre todo, el valor de enfrentar las afiladas puntas de las mal llamadas bestias con centenares de kilos en su estructura con lanzas que amenazan a un hombre armado con solo una capa y la velocidad de su mirada para saber que hacer acompañado de la flexibilidad de su cuerpo que a la vez, en el medio del peligro se le exige elegancia, no solo presteza.

Pues bien, otra vez en todo este mundillo surgen Hemingway y los toros; los toreros y las arenas; también los bares y las tabernas. También y por qué no, el amor el valor y la fuerza del espíritu. De esta manera, antes de despedirse el año 2021 que ya tuvo finales importantes de literatura, aparece una novela taurina y lo hace en una tierra que sabe de toros, toreros y escritores de fuste que hablan sobre todo ello con un lector que a veces no sabe de toros pero que el texto le mete de cabeza y sin perderla en un asunto taurino.

Así hace su aparición en el ruedo literario “A la sombra de Hemingway”, novela taurina. El autor, Ernesto Manuel Del Bosque Ramos es egresado como Contador Público de la Universidad Autónoma de Guadalajara, sita en Jalisco, México, incursiona por segunda vez en este ruedo de palabras hechas historias luego que en 2017 publicara otro volumen titulado “Los caprichos de Moctezuma”. Ahora se entromete con el “El Viejo” en una ficción histórica que le lleva o más bien dicho que lleva al lector por los senderos y lugares frecuentados por los toreros tanto españoles como mejicanos en una época de España en la que quizás ya algunos avizoran el trágico y doloroso enfrentamiento que se avecina entre hermanos de sangre que oscurecerá la existencia diaria de toda una nación. Como el anterior volumen este también es una edición Kindle.

La historia que dispara la novela está bien armada. Un Hemingway en su querida Pamplona y en pleno festejo bullanguero y callejero de San Fermín, es salvado de una cornada por un joven torero de nombre Rafael, llamado “Rafita” por sus conocidos, quien recibe el impacto, pero logra superarlo. Ese hecho signa la existencia de este hombre en su trayectoria en los ruedos. El escritor lo orientará, será una guía y a la vez un protector. El escritor sabe de tauromaquia y el ambiente lejos de ser desconocido para él es un factor de atracción y deleite en su vida personal y literaria.

Hay algo aquí que no se escapa aun cuando la situación es totalmente diferente. En su precoz experiencia de guerra en Italia, Hemingway salva la vida de un soldado y es herido por la metralla. Vale la pena recordarlo ya que por ello Agnes y “Adiós a las armas” están en la historia heminguayana y también en la de la literatura universal.

No me corresponde contar más de este atractivo texto que se puede leer rápido, pero para los conocedores o seguidores de las “rutas” heminguayanas conviene detenerse en alguna esquina cerca de Las Ventas en Madrid, inaugurado allá por el 31 por el que “camina” la novela o beber un vino en el Iruña y recordar Los Sanfermines de entonces. Leerla con detenimiento es una buena experiencia para todos e invita a conocer los lugares que quedan de toda una historia taurina de tradiciones y culturas.

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Alejandro Padrón escribe sobre “París siempre valía la pena”

Días atrás (28 octubre) publiqué una nota sobre el libro de Alejandro Padrón “Paris siempre valía la pena. Reservé unos días para ver si ubicaba al autor. En el ínterin pude releer a Joan Didion en su ensayo sobre Hemingway (ahora traducido al español) y escribí un artículo sobre esta nueva publicación (10 de noviembre). Menciono esto porque Didion recuerda un detalle en su crónica sobre “París es una fiesta” y hallé, el azar me lo permitió, una línea de continuidad entre la obra de Padrón, la acotación de Didion de 1998(¡!) y un hallazgo periodístico literario fundamental como es el autor hablando de su obra y brindado al lector la concepción y el parto de la misma, cuestión esta no común. Se sumó a ello la generosidad intelectual del editor-director del sitio en el que Padrón escribió su confidencia de autor.

En efecto, Alejandro Padrón escribió “Cómo se concibió París siempre valía la pena”. en la sección “Firma Invitada”  del sitio todoliteratura.es el 25 de octubre pasado, espacio literario que recomiendo sin reservas por la riqueza de su contenido sobre las letras del mundo hispano parlante. Hallado este texto, cuyo valor excede mis comentarios, solicité la autorización para reproducirlo en mi blog al Editor-Director de todoliteratura.es don Javier Velasco Oliaga quien la concedió y es así como a continuación brindo el artículo.

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Cómo se concibió «París siempre valía la pena»

Por Alejandro Padrón
El intento por desvelar cómo se ha construido una obra es asumir una tarea que corresponde, en el caso de la literatura, al lector o a los críticos, más que al autor de la propia obra, pues equivaldría a deconstruir lo que se ha construido, desarmar lo armado para entender el engranaje y los mecanismos ocultos que sostienen la legitimidad de la obra. Lo que vendría a ser un despropósito para el autor, porque terminaría revelando los artificios y secretos, los trucos y falsedades que apuntalan la armazón de esa mole llamada ficción, al exponer ante los ojos del lector, los cimientos de una gran armadura basada en la mentira que dejan al desnudo al autor en su completa “ingrimitud”. Estar consciente de jugar el rol del espoiler de su propia obra es tarea ingrata, pero siempre será de vital importancia para los lectores curiosos escrutar en los secretos de esa urdimbre literaria que construye la verosimilitud.

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Esta historia comienza hacia finales de los noventa y termina cristalizada veinte años más tarde. Al inicio la idea era hacer un documental sobre la visita del joven Hemingway a los lugares que se mencionan en París era una fiesta. Por diversas razones esa idea no prosperó y decidí escribir un libro. No se trataba de ensayar una nueva biografía ni de escribir una ficción más sobre la vida del escritor americano. Pensando en que mi narración debía lograr algo diferente a París era una fiesta, comencé a leer de nuevo aquel libro. Al ojear sus primeras páginas se me reveló el secreto de lo que buscaba en la nota introductoria de su autor: “Por razones que son suficientes para el escritor, muchos lugares, gente, observaciones e impresiones han sido excluidas de este libro. Algunos secretos dejaron de ser tales y otros fueron muy conocidos por la gente y cada quien ha escrito sobre ellos y sin duda seguirá haciéndolo”.[1]

Al terminar de leer esta nota un chispazo iluminó mi mente y apareció de súbito cómo debía enfrentar la novela: ¡contaría en ella lo que había dejado de contar el propio Ernest Hemingway en su libro! Fue un hallazgo afortunado. Hasta ahora ningún libro sobre el escritor enfocaba su argumento desde esa perspectiva. Sin embargo, era importante responder una pregunta: ¿Quién narraría esos encuentros y situaciones dejados por fuera por el propio autor? Fue entonces cuando apareció el nombre de Max Sterling, personaje de ficción, un año mayor que su colega, periodista franco americano, que contaría lo no contado por el joven Hemingway en su libro de memorias.

Otra fuente de inspiración de mi libro fue la lectura de la novela de Enrique Vila-Matas, París no se acaba nunca, que me regaló una cierta mirada sobre el personaje y la manera de construir su relato. Había en ella un ritmo que me interesaba, aunque el mío terminó siendo distinto. Cuando tuve plena conciencia de haber logrado la forma de narrar la historia, pensé en el título del libro en ciernes. Recurrí de nuevo a la fuente originaria: París era una Fiesta. Ojeándola me detuve en la página final y descubrí por azar que Enrique Vila-Matas había sacado de aquella última página el título de su libro: París no se acaba nunca, cinco palabras como eran cinco las mías: París siempre valía la pena, también tomadas de la última página de A Movable Feast. Era un guiño al escritor de Doctor Pasavento, una suerte de complicidad sobre el tema Hemingway.

En la ficción creada todos los hechos descritos proceden de la realidad, aunque manipulados y trastocados por la necesidad de construir ese templo maravilloso de la escritura llamada ficción, centro neurálgico de la arquitectura de la mentira. De él partí inventando el hecho de considerar que Hemingway no escribió sus pequeñas memorias en Cuba, como lo refrenda la nota introductoria escrita por él, sino en el París de los años veinte, cuatro décadas antes (!). Así sucedió con la segunda nota escrita por su cuarta esposa, Mary Welsh, que confirma lo expresado por Hemingway, cuya fecha alteré para hacerla concordar con la de su esposo. De allí que el Proemio de mi novela constituya el templo que dinamita la realidad verdadera para imponer otra y evitar que ese edificio construido de materia clarividente se derrumbe.

Notas:
[1] Hemingway, Ernest, A Moveable Feast. Prefacio. EpubBooks, 2017(Traducción libre, N A).

Nota Original en todoliteratura.es, para ver la nota haga click aqui

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