Creo que nunca se fue definitivamente. Quizás dijo “Regreso en cualquier momento”. Ni siquiera expresó el consabido “No me olviden” porque sabía que no lo harían. Alguien, varios, muchos lo aguardaban. De una manera u otra. Un vaso de vino mediante, por su puesto se trata de un vino con Denominación de Origen Navarra, para un brindis por el regreso a través del afecto, la simpatía, el respeto y también hasta la ignorancia de algunos que descubren que Ernest Miller Hemingway no es solo el nombre de un Nóbel, sino que también fue un ser humano excepcional, sensible al sufrimiento humano cualesquiera fuese el origen del mismo.
Así, su amor por España, su cultura, su lengua, su gente, se manifiesta hoy en este regreso al primer lugar español que pisó allá hace muchos años: Pamplona, a la que no olvidaría jamás y a la que volvería una y otra vez mientras las circunstancias lo permitiesen.
Y es Pamplona quien lo llama y lo convoca hoy con un programa singular y único en el orden académico, turístico y con ribetes epicúreos. Y él va estar allí. En un debate, en su Rincón en el Café Iruña, en las visitas guiadas, en los paseos. Muchos ciudadanos y visitantes no se darán cuenta de ello hasta que “El viejo” le ponga una mano sobre su hombro y le diga alguna frase que le permita vivir en el endiablado mundo que compartimos.
Es una muestra impactante desde del punto de vista organizativo e incluso emocional para no pocos, aún a la distancia. Lo que hace el Ayuntamiento de Pamplona es poner a Hemingway en el tapete y lo hace en una buena ocasión: El 90° aniversario de la publicación de “Fiesta”( The sun also rises en el original). En tal sentido el Consistorio pamplonés destacó que Fiesta “supuso la inclusión de Pamplona en la literatura universal” lo cual no solo es legítimo sino que además convierte ahora esta “Fiesta pamplonés” en un “mes Hemingwayano”. Para ello se ha armado una exposición en la Plaza del Castillo con una carpa de 100 metros cuadrados abierta a todo público entre el 2 de diciembre del año en curso hasta el 8 de enero del próximo 2017. La muestra que hará historia en el mundo hemingwayano lleva por nombre “Recuperando a Hemingway-Hemingway bidaide” e incluye alrededor de 50 fotos en donde se halla el escritor, muchas de ellas inéditas, cartas y otros documentos, como una reproducción de su pasaporte. También hay una reproducción tipo facsímil del artículo escrito por este joven periodista en el que describe, con ese estilo que quiere comenzar a ser un sello, su primera estancia en Pamplona. Hay que recordar que en ese viaje, hoy histórico, le acompañaba su primera esposa Hadley Richardson. Se agregan a la muestra, carteles de las fiestas de San Fermín por el período 1923 a 1931.
Además contiene como programa todo lo que ahora paso a detallar y puede que me falte algo como los vinos y los platos del lugar, que por supuesto tras la actividad, hay que acallar la sed y el apetito.
La agenda incluye a saber:
-Visitas guiadas gratuitas comentadas de la muestra y conducidas por el periodista y escritor Javier Muñoz, autor del libro “Comer con Hemingway” del que ya habláramos en este espacio.
-Hasta agotar existencia y para quien lo desee se halla “La guía Hemingway. La fiesta. Sanfermines, Pamplona de Victus Rorat (1999) una obra coral que abarca diferentes aspectos del escritor.
-Hay disponible marcapáginas que conmemoran este acto en honor a Hemingway
-El ciclo de actividades en el Consistorio se extenderá hasta el 11 de diciembre.
-Un debate de mujeres corresponsales de guerra de varios países como Francia, Italia y Estados Unidos. Un lujo intelectual para tener muy en cuenta.
-La proyección del documental realizado en el año 2000 por el corresponsal de guerra ya fallecido Manu Leguineche.
-También se incluye un circuito por la “Pamplona Hemingwayana” donde el visitante podrá conocer y recorrer los periplos del escritor por la ciudad. Esta visita está guiada por el escritor Edorta Jiménez y por el periodista y escritor Javier Muñoz. Otro lujo de los organizadores en el que dos intelectuales muestran curiosidades de esta relación de Hemingway con Pamplona.
-No podía faltar y los españoles se enorgullecen de ello, un rincón, un lugar especial, para los lectores, para los que conocen y para los que descubren la obra del escritor.
Soy un extraño al País, soy argentino, no debería abrir más juicios o aplausos pero como un viejo seguidor de Hemingway, me pongo de pie y si aplaudo al Ayuntamiento de Pamplona por esta muestra a la vez que expreso dos conceptos: El primero es que por lo menos cada 2 años lo hagan de nuevo, es decir se repita y segundo que en otros lugares de España también se desarrolle algo parecido. Por respeto no me corresponde mencionar donde ni cuando pero una “Asociación Hemingwayana Española” como alguna vez lo propuse, vale por lo que Hemingway amó esa tierra. Si puedo observar, por lo poco que conozco, que jamás el idioma y la cultura española estuvieron ausentes de ese sentimiento. El resto, para los detractores de siempre, es anecdótico.
¡Felicidades y felicitaciones Pamplona y pamploneses!
–==(())==–